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La Prehistoria

Estela de huesos

Los restos líticos encontrados en los pequeños abrigos de Les Vaques y del Bayo, próximos a la aldea de Duyos, prueban la presencia en Caravia del hombre paleolítico.

El Neolítico y la Edad del Bronce están representados por las estructuras tumulares de La Tuerba y el túmulo dolménico de la Beciella.

En la Edad del Hierro se fecha el más famoso yacimiento prehistórico del concejo, el Picu´l Castru o Castro de Caravia, poblado entre los siglos IV o III y el I antes de nuestra era y sin signos de romanización.

Este castro prerromano, que se halla cercano a Prado y cuyo recinto rodeaba una poderosa muralla pétrea, fue estudiado por el ilustre investigador caraviense Aurelio de Llano, quien lo excavó en 1917-18, recuperando un buen número de objetos de hierro, adornos de bronce (pendientes; fíbulas, entre ellas una en forma de caballo, depositada en el Museo Arqueológico de Asturias en Oviedo) y restos cerámicos decorados.

Hasta el primer cuarto del siglo X no aparece citado en documento alguno el pequeño territorio caraviense, en el año 921 en una supuesta donación del rey Ordoño II a la Iglesia ovetense, en la que se incluyen lugares como Duyos, Duesos, El Valle o Caravia, actualmente pertenecientes a este concejo pero por entonces localizados en el territorio de Colunga, en cuya unidad geo-administrativa estaba integrado aquél. En la primera mitad del XI el poderoso conde Munio Roderici, "el Can", funda en la orilla este de El Ríu Los Romeros el monasterio de Santiago de Caravia, con él comienza Caravia a diferenciarse dentro de las tierras colunguesas.

Se desconoce cuándo fue liberado y pasa a ser concejo de realengo, figurando ya como tal en las Ordenanzas de 1494 de la Junta del Principado.

Época romana

Del periodo romano sólo existe en Caravia una única pieza aunque de gran importancia, conocida como La Estela de Duesos. La Estela fue descubierta en el exterior de la iglesia de Duesos y está tallada en un bloque de cuarcita. Es frecuente la existencia de estas piezas próximas a iglesias cristianas o bien empotradas en la fábrica de las mismas debido a la cristianización de lugares de culto pagano.

Es un fragmento de estela anepigráfico y decorado por sus cuatro caras. La decoración se divide en registros, y la cabecera se reserva, para uno o varios motivos astrales. El más repetido es la esvástica múltiple de radios curvos. Se relaciona con el grupo de estelas romanas pero mantiene tradiciones indígenas astures. Entre los materiales extraídos del castro existen ejemplos de decoración similar a la estela.

Época medieval

Ayuntamiento de Caravia. En la época Alto Medieval, ya hay fuentes escritas que hacen referencia a este espacio, pero dentro de la unidad geo-administrativa de Colunga. Pero el germen diferenciador de Caravia dentro de las tierras de Colunga, sería el monasterio de Santiago, situado en el Ríu los Romeros y fundado por el conde Munia Roderici apodado el Can, y del que son conocidas sus disputas con el presbítero Gevoldo. Hay otros documentos más tardíos en los que Fernando II, dona al monasterio de Santiago de Caravia a la influyente iglesia de Oviedo, este mismo documento indica la pertenencia de Caravia al territorio Colungues. No fue hasta Alfonso IX, que fue quien hizo libre al coto del monasterio de Santiago de Caravia, con todos sus "bienes y hombres" donándolo a la Mitra Ovetense, a cambio de unos terrenos que esta tenía en el actual Ribadesella.

En la Baja Edad Media ya aparecía el territorio de Caravia como un valle independiente de las tierras de Colunga, teniendo a partir de esta etapa, pocas noticias de la vida de esta comarca, creyéndose que a finales del siglo XVI el monasterio estuviera en ruinas no pudiendo encontrar documentación que nos sirva.

Época moderna

En la época Moderna, se desconoce como se desvinculó este concejo de la Mitra Ovetense, pero sí se tiene constancia que en el siglo XVI, el municipio cayó bajo la injerencia de las principales familias: Catre, Ruiz de Junco, Cangas, etc, hasta el siglo XVII, en que los cargos pasan a ser desempeñados libremente.

La segunda mitad del siglo XVIII, trae una serie de novedades y avances como fue la concedida por la Junta General del Principado a los concejos de Caravia y Parres, para las obras de abrir el paso del Fitu, en esta época también recibió su nuevo ordenamiento municipal.

Siglo XIX en adelante

Ya en el siglo XIX se inicia con la guerra de la Independencia que no tuvo hechos destacables, solamente las sucesivas invasiones y la labor guerrillera de las gentes del lugar. Con las reformas administrativas liberales, estuvo a punto de ser incluido en tierras de Colunga pero el ayuntamiento y sus habitantes remitieron una carta a la reina Isabel II luchando por su independencia, cosa que lograron.

En el siglo XX, y durante la Guerra Civil española, este concejo queda inmerso en la zona republicana, hasta que las tropas nacionales cruzaron la región, rompiendo la resistencia miliciana del cinturón del Sella. Este siglo estuvo marcado por las explotaciones del espato flúor que convierte a Caravia en un centro receptor de emigrantes hasta el cierre de las minas en la década de los ochenta. Así pues, este concejo tuvo que plantearse una nueva conversión económica, intensificando su sector ganadero y explotando un nuevo sector, el turístico, en el que quien lo visita disfruta de las dos características más importantes del panorama Asturiano, mar y montaña.